Se celebra en más de 50 ciudades y el único afán es la diversión, no se reivindica nada ni se busca nada más que el hecho de cambiar el gesto del resto de los viandantes y usuarios del metro.Muchos de los que llevan a la práctica dicha costumbre, que dura ya 14 años suelen ser estudiantes extranjeros, más que nada por aquello de "Si me ve mi madre en la tele, me muero" comentan muchos.
Los organizadores de tal evento, recomiendan no usar prendas demasiado provocativas con el fin de no herir la sensibilidad de los que no suelen comulgar con este tipo de iniciativas.Los participantes por contra si visten ropa de abrigo tales como bufandas chaquetas o guantes, único requisito, no llevar pantalones.
Las redes sociales han sido muy importantes a la hora de extender este tipo de iniciativas, podríamos decir que indispensables, es una forma rápida de publicitar algo gratis de forma espontánea.

Y yo me pregunto, si nuestros clientes lograran extender esta costumbre a sus negocios por un día ¿Que pasaría? Os imagináis una maestra, un cocinero u dentista o una peluquera sin pantalones en su negocio, mucho me temo que también sería noticia, pero no quiero imaginarme las críticas que le lloverían o quizás no ¿Quien sabe?.
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