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jueves, 23 de mayo de 2013

Es fácil vender

Vender resulta sencillo, lo que resulta complicado es hacerlo bien, en los tiempos que corren, gran parte de nuestra sociedad apuesta de forma sistemática por la bajada de precios a la hora de vender sin tener en cuenta las necesidades del cliente, desde Epiformes pensamos que es el peor de los errores dado que de poco o nada sirve  vender por vender si nuestro comprador no logra con ello cierta ventaja con sus competidores más cercanos.


La decisión que se toma a la hora de elegir la uniformidad de nuestros operarios debe estar enfocada a sacar una rentabilidad, no basta con cumplir la normativa vigente en cuanto a prevención de riesgos laborales y la obligación de uniformar al personal.
La ropa de trabajo del personal de una empresa , ya sea una clínica , una guardería , un salón de belleza o un restaurante por poner algunos ejemplos  , debe ser una herramienta más que haga captar la atención de los clientes de dicho negocio , Los empresarios no deberían escatimar en dicha inversión , en cambio muchos lo hacen y no ven el potencial que tiene uniformar de forma diferente a sus trabajadores  por no mencionar la publicidad que sobre ellos se puede bordar o serigrafiar  , un alto tanto por cien de los trabajadores van después del trabajo  a hacer la compra diaria o a su casa en metro autobús etc. con el uniforme de la empresa contribuyendo a una publicidad periódica y gratis sin mayores esfuerzos económicos.

Dentro del negocio la necesidad de uniformarse de forma adecuada se hace ya no importante si no imprescindible.
Recuerdo un caso que me llamó poderosamente la atención tiempo atrás, un gran cliente nuestro, Salvador Casaseca nos suele comprar los gorros de cocina, Salvador es el típico empresario que sabe cómo trabajar porque es puro sentido común y don de gentes a parte de un maestro en la cocina, y de eso doy fe.

En una de sus compras por internet, nos pidió gorros de cocina tipo champiñón que fueran diferentes y originales a parte unas chaquetas de cocina de alta gama y bordadas como siempre nos suele demandar   y aprovechando un viaje a Girona, decidí llevarle el pedido en persona en vez de mandárselo por agencia como al resto de nuestros clientes.
En seguida lo reconocí o al menos yo así me lo imaginaba nos sentamos a comer dado que éramos varios y decidí no presentarme hasta no haber comido y pagado, no fuera que el trato cambiara por ser conocido, al menos de forma telefónica, debo decir que se come de forma espectacular como en el resto de Cataluña por lo general.

Lo que más gracia me hizo fue percatarme que su vestimenta la aprovechaba para entablar conversación con la clientela los clientes le advertían lo simpáticos y originales que eran los gorros de cocina que usaba y algunos le preguntaban que donde los había comprado y aprovechando la coyuntura hacía que el cliente se sintiera de la casa ,seguro que con aquella actitud lo que   lograba mi amigo Salvador era entablar cierto vínculo de amistad “si así se le puede llamar a un cliente reciente” que le hicieran publicidad con el boca a boca y fidelizar clientes .

Fue un claro ejemplo para mi, de lo importante que es el uniforme, de hecho cuando vamos por la calle, enseguida quizás de forma errónea  tomamos nuestras propias conclusiones de las personas con las que nos cruzamos en el día a día según su vestimenta, dependiendo de cómo vallan vestidas opinamos sobre su estado social, clase etc. etc. , quizás sea muy injusto, pero no menos cierto ¿Por qué hubiera de ser diferente en un centro de trabajo? 

Dale un valor añadido a tu empresa y usa los uniformes como una herramientas más para dar imagen y hacer publicidad.

Publicado en:Epiformes.com

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